sábado, 24 de febrero de 2018

Luis de Álamo Ruiz, Notario con título de Escribano Numerario de la Villa de Castellar, Jaén

Gabriel CARRASCO HURTADO


En el último cuarto del siglo diecinueve los antiguos escribanos pasan a llamarse notarios pero en la transición exhiben su condición de escribanos; notarios como función y escribanos como título.
Son poco más de cien años comparados con los siglos que ha perdurado la función pública de escribano regulada ya en el título XIX de la tercera partida del cuerpo legal conocido como la Siete Partidas, promulgado en el reinado de Alfonso X de Castilla.
Los del número o numerarios se establecían en cada pueblo o territorio en exclusiva y autorizaban escrituras dando fe pública de los otorgamientos.
Siempre el original o matriz quedaba en poder del escribano configurando todas las escrituras de un año un protocolo.


En la fotografía podemos ver el protocolo notarial correspondiente al año 1.867 del Notario Don Luis de Álamo Ruiz, con título de Escribano Numerario de la Villa de Castellar, Jaén.